By Ana Garcia Alvarado (Technical Manager Spain)
El lechón neonato nace con unas reservas mínimas de energía que son insuficientes para cubrir sus necesidades, por lo que precisa un aporte exógeno para mantener su temperatura corporal y la actividad física.
El calostro constituye una fuente de nutrientes, principalmente energía y proteínas, fundamentalmente caseína e inmunoglobulinas (Ig), así como factores de crecimiento (ej. factor de crecimiento epidérmico que acelera el crecimiento intestinal). Las Ig del calostro y las proteínas bioactivas ayudan al lechón a defenderse de las enfermedades (Quesnel et al., 2012).
Por tanto, una ingesta insuficiente supondrá que una alta tasa de lechones morirá antes del destete y condicionará el desarrollo (incluso a nivel reproductivo) y estado sanitario de aquellos que sobrevivan.
Inmunoglobulinas en el calostro
El calostro es fuente de Ig, las IgG son el 81% de las Ig presentes en el calostro. El 100% de IgG, 40% IgA y 85% IgM presentes en calostro derivan del suero de la cerda. El lechón absorbe a nivel intestinal las Ig en las primeras 24-36 horas, estas juegan un importante papel a nivel de inmunidad sistémica, puesto que existe correlación entre nivel de IgG en calostro, en el lechón a las 24 h y en el lechón al destete.

Como recomendaciones medias se habla de 200gr/lechón (Devillers y col 2011; Quesnel y col 2012; Ferrari y col 2014). En el caso de Ferrari y col 2014 recomiendan 250gr/lechón para lechones de bajo peso al nacimiento. Nuntapaitoon y col 2019, recomiendan una ingesta entre 200–400gr de calostro para disminuir la mortalidad.
Por tanto, es crucial que la cerda produzca suficiente calostro y con un alto contenido en Ig. Entre los factores que determinan la producción del calostro encontramos:
- Factores ambientales, como el estrés por calor tienen un impacto negativo sobre la calidad del calostro (Farmer y col 2009).
- Número de parto. El calostro de las primerizas tiene mayor concentración de materia seca, grasa, lactosa y de sólidos no grasos que el de las multíparas. Desde el punto de vista inmunitario, conforme a Segura y col 2020 no hay efecto sobre el nivel de Ig en función del número de parto. Por su parte Nuntapaitoon y col 2020 señalan una mayor producción de calostro en cerdas de 2º a 4º parto frente a primerizas o cerdas de más de 5 partos.
- Número de lechones nacidos totales. En los estudios realizados por Devillers y col 2007 no encontraron diferencias en la producción de calostro con relación al número total de lechones nacidos en la camada.
- Nacidos muertos. Más nacidos muertos dieron lugar a menor cantidad de calostro (Quesnel y col 2011).
- Duración del parto. Partos más largos dieron lugar a una menor producción de calostro (Quesnel y col. 2011).
- Inducción del parto. El uso de prostaglandinas para inducir el parto reduce la producción de calostro si se realiza demasiado temprano en la gestación.
- Estado endocrino de la cerda (Farmer y col 2009). En un estudio realizado por Foisnet y col 2010, vieron que las cerdas que producían niveles bajos de calostro tenían altas concentraciones de progesterona en las 20 horas preparto y tendían (P < 0.1) a tener niveles inferiores prolactina 40 y 30 h antes del parto en comparación con las cerdas que tenían altos niveles de Ig en calostro.
- Situación de las mamas. Las mamas torácicas secretan más calostro que las abdominales y el contenido en IgG e IgA es superior (Ogawa y col 2014).
- Genética. En el estudio realizado por Amatucci y col (2022) compararon el contenido en Ig en calostro en tres genéticas diferentes, Duroc (D), Landrace (L) y Large White (LW).

- Ingesta de pienso en preparto. Cuando se suministraba pienso ad-libitum a las cerdas 2-3d previos al parto, mejoró el peso vivo y la condición corporal durante la lactación, así como el peso al destete. El suministro de piensos en varias tomas frente a una única toma durante el preparto mejoró el peso de los lechones al destete (Gourley y col 2020). El suministro de pienso en dosis 3 veces superior y distribuido en 3 tomas la última semana de gestación da lugar a mayor producción de calostro (Decaluwé 2014).
- Fuente de fibra en gestación. Alimentar con dietas con un mayor contenido de ciertos tipos de fibra (por ejemplo, pulpa de remolacha azucarera) también es beneficioso para reducir el riesgo de estreñimiento y proporcionar un suministro de energía más constante después de las comidas, ayudando así a acortar el proceso del parto. El estudio realizado por Feyera y col 2021, recomienda no utilizar expeller de palmiste pues tiene un impacto negativo sobre el desarrollo del parto, producción de calostro y digestibilidad de los nutrientes, en comparación con otras fuentes como la pulpa de remolacha, cascarilla de soja o una mezcla de varias fuentes de fibra.
- Grasa en la dieta. Algunos estudios demuestran que la inclusión de aceite de soja al 3% en la dieta de gestación durante las tres semanas previas al parto aumenta el nivel de grasa en el calostro y los niveles de Ig en el plasma de cerdas y lechones en comparación con otras fuentes de grasa tales como el aceite de coco o de palma (Bai y col 2017). De acuerdo con Gormley y col 2024, las grasas funcionales como CLA y el ácido linoleico pueden mejorar la vitalidad de los lechones al aportar fuentes de energía más digestible y tener propiedades funcionales anti-inflamatorias e inmunomoduladoras.
Estrategias nutricionales específicas
Los ácidos grasos de cadena media (AGCM) tienen una reconocida función antibacteriana y a pesar de que está menos documentado, estudios recientes sugieren que los ácidos grasos también actúan como moléculas de señalización a través de subconjuntos específicos de receptores acoplados a proteína G (GPR).
Algunos de estos receptores pertenecen a la familia de receptores de ácidos grasos libres y tienen selectividad variable, mientras que unos son activados por todos los AGCM otros como GPR84 lo son por los AGCM de C9 a C12. Los GPR muestran expresión en varios tipos de células, incluidas las células epiteliales e inmunes. Los AGCM proporcionados en el alimento interactuarán no solo con los GPR de los enterocitos sino también con los de los neutrófilos.
Estudios recientes en cerdos confirmaron que la administración de AGCM a los cerdos fue eficaz para aumentar la viabilidad de los neutrófilos (De Vos y col 2021).
Uso práctico de AGCM para mejorar la calidad del calostro
En diversos experimentos realizados con una mezcla específica de AGCM (C-VITA y C-VITA+) se pudo constatar que la incorporación de estos en los piensos de cerdas en gestación y lactación tuvo un impacto positivo sobre la calidad del calostro.
Se incorporó 1kg de C-VITA el pienso de las cerdas y se midió el nivel de inmunocrit (alta correlación entre inmunocrit y nivel de IgG) tanto en calostro como en sangre de lechones.
Se observaron aumentos en el nivel de inmunocrit de un 60% superiores en el calostro de las cerdas y en la sangre
de lechones de más de un 20%.

En otras pruebas suministrando C-VITA+ a 2kg en pienso de cerdas en gestación y lactación se ha podido constatar una mejora general del estado sanitario de los lechones a través de:
- Reducción de la mortalidad en lechones lactantes de un 25% (p<0.01).
- Reducción de la mortalidad en lechones de transición de un 70% (p<0.0001).
- Reducción del porcentaje de lechones de bajo peso al destete de un 67% (<3kg PV) (p<0.0001).
- Reducción del porcentaje de lechones de baja viabilidad al destete de un 77% (p<0.0001).
- Aumento del peso medio al destete en 0,54kg por lechón (p<0.0001) a pesar de la reducción de la edad al destete en 1,8 días.
- Reducción de las medicaciones vía agua e inyectables en transición.
La mejora de la calidad y cantidad de calostro producido por la cerda es imprescindible para conseguir alta tasa de destetados con un buen estado inmunitario.
C-VITA ha demostrado su capacidad para mejorar la calidad del calostro que se traduce en una menor mortalidad y mayor viabilidad de los lechones y mejores índices productivos.