El progreso genético conduce a la producción cerdos cada vez más pesados. Sin embargo, por naturaleza, los cerdos son menos eficientes a medida que crecen. Adoptar la estrategia nutricional en la fase final de acabado puede ayudar a los animales a hacer frente al estrés, minimizar las pérdidas y mantener el rendimiento.
Acabado tardío, una inversión justa
En condiciones comerciales, la productividad porcina está muy por debajo del potencial genético del animal. La diferencia entre el crecimiento real y el potencial genético se denomina «brecha de crecimiento» y es un reto multifactorial. La rentabilidad de una explotación porcina puede verse afectada negativamente por los agentes estresantes que sufren los animales. Los principales agentes de estrés son el aumento de la ingesta que provoca competencia por el alimento, el espacio limitado, la producción de calor metabólico y el estrés fisiológico de la pubertad. Además, los cerdos al ir madurando pasan de generar principalmente músculo magro a una combinación menos eficiente de músculo magro y grasa. Por su parte, el pienso de acabado representa aproximadamente la mitad del total de una explotación desde el nacimiento hasta el sacrificio. Así pues, en la fase menos eficiente del ciclo de producción, vale la pena esforzarse por obtener el máximo rendimiento económico.
Afrontar el estrés es la clave del éxito
Los efectos adversos del estrés en un animal se manifiestan a través de los sistemas endocrino, nervioso e inmunitario. Son conocidos los mecanismos por los cuales determinadas hormonas y citocinas reducen el consumo de pienso, la deposición de proteínas musculares, la respuesta inmunitaria y el aumento de la grasa. Aunque el estrés fisiológico y las condiciones ambientales de la cría intensiva difícilmente pueden alterarse, sí es posible influir en la capacidad de los cerdos para hacer frente a este estrés a través de la nutrición. Una estrategia alimentaria adecuada desempeña un papel clave en la modulación positiva del microbioma, el restablecimiento del equilibrio oxidativo y la reducción de la inflamación. Un metaanálisis y un estudio de aplicación comercial a gran escala han demostrado que Ambitine®, como solución multidimensional, puede ayudar a liberar el potencial de crecimiento de los cerdos de acabado.
Un intestino sano mejora la composición del microbioma
Para hacer frente al estrés, todo empieza en el intestino. Cuando la ingesta de alimento se vuelve irregular debido a una mayor competencia en los comederos u otros factores de estrés ambiental, puede producirse una atrofia intestinal. Esta atrofia afecta negativamente a la capacidad del intestino para absorber nutrientes esenciales, lo que conduce a una disminución de la eficiencia digestiva. Sin embargo, al modular el equilibrio e influir en la expresión del microbioma mediante la utilización estratégica de ingredientes funcionales, se puede regular la biosíntesis de la serotonina que mejora la digestibilidad de los nutrientes. Ambitine®, con sus multicomponentes de origen vegetal, actúa evitando la reducción de la eficiencia al estimular las secreciones digestivas para favorecer unas funciones intestinales óptimas. Investigaciones recientes han demostrado el impacto beneficioso de Ambitine®, revelando cómo ayuda a mejorar la integridad intestinal al promover una mayor diversidad de bacterias intestinales beneficiosas y aumentar la producción de ácidos grasos volátiles, como el ácido butírico (Figura 1).
Proteger al cerdo sin comprometer la productividad
Restablecer el equilibrio entre prooxidantes y antioxidantes, al tiempo que se reduce la inflamación, es imprescindible para mantener el impulso de la eficiencia alimentaria en los cerdos de engorde. A través del uso de Ambitine® se pretende compensar este posible descenso del rendimiento no sólo favoreciendo la función intestinal, sino también aumentando la resiliencia frente a los factores estresantes externos. Esta resistencia al estrés se puso de manifiesto recientemente en un estudio llevado a cabo en China, en el que se midieron parámetros como el estrés oxidativo y la inflamación. En el estudio, el grupo de tratamiento con Ambitine® mejoró la capacidad antioxidante del hígado con un aumento de los niveles de enzimas antioxidantes como la superóxido dismutasa, la glutatión peroxidasa, la catalasa y el malondialdehído (Figura 2). Además, como la concentración de marcadores proinflamatorios clave era menor (en comparación con una dieta de control), la respuesta inmunitaria al estrés se optimizó en los cerdos de acabado tratados con Ambitine® (Figura 3). En las últimas semanas antes del sacrificio, los cerdos alimentados con Ambitine® experimentaron una mejora media del peso diario del +4,2% y una reducción de la conversión alimenticia del 2,6%.
Los avances significativos en la comprensión de los mecanismos que subyacen a la respuesta al estrés ofrecen la oportunidad de influir en los sistemas endocrino e inmunitario mediado por citoquinas de los cerdos, mejorando en última instancia la productividad en granjas comerciales. Para que los cerdos combatan eficazmente los retos de la fase final del engorde, es crucial un enfoque integral de la nutrición. La selección óptima de ingredientes activos para las dietas de engorde resulta decisiva, ya que contribuye a la eficiencia y supera los obstáculos a los que se enfrentan los cerdos en la fase final del ciclo. Así pues, Ambitine® constituye una valiosa herramienta nutricional que ofrece numerosas ventajas durante la fase final de la producción porcina.